El hombre que venció la Depresión:
Despertó una mañana aterrorizado, al parecer, algo, alguien lo había dejado flotando en medio del océano durante su sueño.
Comenzó a moverse con desespero para evitar morir ahogado. El agua helada acribillaba todo su cuerpo, como pequeñas agujas que lo sometían a un inmenso dolor.
La desesperación lo tomó entre sus brazos y comenzó a nadar, esperando encontrar tierra firme en donde postrar su agotada humanidad.
La marea lo arrastraba y sus músculos, poco a poco, se debilitaban.
El sol, se aburrió de verlo sufrir y lo abandono en una cruel oscuridad. Agotado, asustado, comprendió que el deseo de morir ganaba fuerzas con el pasar de los minutos.
Sus piernas se detuvieron por completo y el agua comenzó a hacerlo su prisionero. Simplemente se dejó caer, sin saber que varios metros por debajo de las frías aguas del océano, se encontraría con tierra y que de alguna forma, su cuerpo había mutado y le permitía respirar bajo el agua. Desde ese momento comprendió que el miedo sufrido minutos atrás, solo se trataba de una barrera que debía superar.
Su vida continuó, pero no volvió a ser el mismo. El agua descendió por debajo de sus tobillos, pero a él no le importó, por que sabía que pronto volvería a subir, solo que esta vez podría seguir respirando sin problema.
A partir de entonces, despierta cada mañana apreciando su vida un poco más y sabiendo que el océano no lo mata, lo que verdaderamente lo mata es el miedo.
Alberto Germán Cuello
No hay comentarios:
Publicar un comentario